Existen varias situaciones por la cual un diente se ve comprometido hasta un punto en donde no queda otra solución que extraerlo de la boca.

Cuando se pierde un diente es fundamental reemplazarlo, no solo por razones estéticas sino primordialmente por reestablecer la función que este diente cumplía dentro de la cavidad bucal.

Por muchos anos se han usado prótesis removibles o puentes para sustituir este espacio vacío sin embargo estos tratamientos son incomodos para el paciente y en muchos casos se comprometían dientes sanos para ser usados como anclaje para las prótesis fijas (puentes).

Desde hace 50 anos se viene estudiando un proceso llamado óseo integración en donde un material, en este caso el titanio, se une con el hueso gracias a su biocompatibilidad y esto dio como resultado la creación de un tornillo especial que se incorpora al hueso del paciente y da soporte a una prótesis dental.

• Mejora la calidad de vida

• Son estéticos

• No comprometen dientes vecinos

• Preservan la estructura facial y previenen la reabsorción de hueso.

• Son seguros de colocar

• Permiten una buena higiene

• Son duraderos

El tratamiento se divide en dos fases. En la primera fase el especialista acopla el implante al hueso en un procedimiento que dura aproximadamente una hora.

Luego de 6 meses el implante estará listo para recibir la protesis definitiva. Durante ese tiempo en el que el implante se va uniendo gradualmente el hueso el paciente tendrá una protesis provisional.